Lejos de lo que quieren hacernos creer, los funcionarios no son el problema de este país. La mayoría estaría dispuesta a soportar ajustes, eso sí, una vez que los políticos desaparezcan en un altísimo porcentaje. Una vez que los políticos y cargos a dedo dejasen de percibir uno, dos, tres y más sueldos millonarios mensuales. Una vez que las comunidades autónomas y embajadas, iconos del sinsentido y del despilfarro, desaparezcan junto con radios y televisiones autonómicas.
Una vez que deje de haber coches oficiales indefectiblemente de lujo. Una vez que todos los que están ahí, unos antes, otros después, unos por acción y otros por omisión, desaparezcan del vida pública española. Una vez que ni partidos políticos, ni sindicatos, ni organizaciones empresariales cobren un solo euro de dinero público. Una vez que los nobles y reales ladrones y que los bancarios estafadores devuelvan hasta el último céntimo sustraído y/o malversado. En fin… una vez que todo eso desaparezca, si mi dinero sigue siendo necesario para sacar al país, que no a la banca, de la ruina, adelante: entonces que cuenten conmigo. Pero antes NO.
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Un saludo a todos.
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