En el resultado de investigaciones realizadas por Carl Gustav Jung se constato que el inconsciente no es solo depositario de aquello olvidado, reprimido o negado y que paso por la consciencia, sino que también provienen del inconsciente contenidos nuevos que fluyen a la consciencia en respuesta a necesidades conscientes del ser humano y que se manifiestan a través de sueños o mecanismos de tipo intuitivo. Incluso no todo contenido inconsciente tiene un componente psicopatológico relacionado a lo reprimido, negado o traumático y en esto influye la calidad del clima interno que adoptemos, que de alguna forma precipitara la irrupción o el acceso al consciente de contenidos inconscientes de calidad afín al clima interno y por lo tanto aportar claridad a nuestra consciencia u oscuridad, en función de lo que el clima interno atraiga hacia la persona.
Recordemos lo que enunciamos al respecto del clima interno en el documento La conducta, el clima interno conforma como un campo de energía psíquica que atrae contenidos en afinidad a la calidad de este clima, mas adelante en este documento ampliaremos en mayor medida esta explicación de lo que puede interpretarse como campo o espectro psíquico.
Con respecto a los sueños, estos cumplen varias funciones en relación a la actividad psíquica, expresan contenidos inconscientes relacionados a todo el compendio de material psíquico enunciado en líneas anteriores que puede conformarlo y que se asocia simbólicamente a representaciones e imágenes mentales.
El mecanismo por el cual se conforman los sueños puede comprenderse fácilmente con la explicación enunciada por el Prof.Dr Phillip Lersch, quien explica que el estado de vigilia es como una represa hidráulica en donde el agua que se encuentra circulando en descenso, representa la energía psíquica que transporta en una dirección ordenada las representaciones y contenidos mentales propios de este estado, durante el sueño la corriente de agua se detendría y quedaría el espejo de agua en el cual habría representaciones e imágenes mentales residuales flotando como cuadros, a través de estas imágenes residuales se conformarían los sueños.
Estas imágenes y representaciones se asocian al contenido psíquico inconsciente de manera simbólica representando mentalmente en esa sucesión de contenido lo que del inconsciente proviene. Es evidente que los contenidos traumáticos o relacionados a conflictos existenciales conforman para los seres humanos un complejo o constructo que una ves olvidado su origen, es un contenido inconsciente que esta conformado por el material emocional sensorial que provoco en algún momento de nuestra vida un impacto subjetivo perjudicial para nuestra percepción de la realidad y que dejo una marca o una presencia persistente y activa que continua presente como un símil a una herida en nuestro físico.
Se constituye en una influencia no percibida conscientemente que así como en los sueños se asocia a representaciones e imágenes mentales en el estado de vigilia y que influye en la actividad mental y en el entendimiento de las vivencias precipitando irrupciones inconscientes. Podemos señalar que esta influencia afectara lo que podemos denominar las tres esferas de percepción que tenemos los seres humanos:
- Los demás
- Nosotros mismos
- Lo externo a nosotros
Dentro de esas esferas el conflicto inconsciente produce una afectación y también en el estado de animo y afectivo de base, dado la gravedad e intensidad de esa presión podrá verse afectada la actividad mental y en casos extremos, esta podría desorganizarse por completo al nivel de que el conflicto tome control absoluto de la personalidad y la actividad mental subyugada a este, emita contenidos desorganizados y relacionados simbólicamente al conflicto personal o a otros que tenga la persona, quedando imposibilitada de cumplir su función de lograr el entendimiento y la adaptación al medio circundante.
Por lo tanto los símbolos tienen mucha relación con la actividad psíquica inconsciente y han tenido mucho que ver en la vida de los seres humanos en las etapas iniciales. Cabe señalar que la escritura, el lenguaje y la simbología matemática, son en realidad símbolos que ocupan la mayor parte de la actividad mental consciente y la construcción del pensamiento del ser humano actual, incluso aunque pensemos en relaciones de contenidos basados en imágenes o en algún tipo de abstracción o modelización personal, que nos ayude al arribo de deducciones sobre la realidad o algunos de sus ámbitos y que puede utilizar incluso el contenido de sensaciones, intuiciones e incluso algún tipo de contenido extrasensorial a lo físico, su resultado termina traducido en palabras para su transmisión a otras personas o para su contraste, comparación y operatoria lógica con otros conocimientos adquiridos por la vía simbólica de la palabra o la escritura.
Desde que los seres humanos como humanidad fuimos abandonando los instintos como mecanismo que guiaba la vida, en un proceso gradual de apertura de la consciencia, con la inclusión del entendimiento racional que dio origen a la arquitectura social actual y estilo de vida que hemos creado, fuimos pasando por distintas formas de pensamiento que si bien eran primitivas cumplían su finalidad como herramienta para comprender el mundo circundante y derivar en acciones individuales y conjuntas de adaptabilidad que permitieron perpetuar la existencia.
En las etapas primitivas el contenido simbólico y mitológico en relación a lo percibido de la realidad y representado mentalmente, estaba presente en la conciencia rudimentaria de los seres humanos de esa época y muchos misterios del ambiente que hoy en día son perfectamente entendibles por la ciencia y el sentido común, eran explicados por especulaciones cargadas de simbolismo y fantasía, que cumplían ampliamente la finalidad de entendimiento del mundo.
En la actualidad el racionalismo impide cualquier tipo de contenido simbólico y fantasioso en la modalidad de actividad mental que deviene en el entendimiento del mundo, pero los seres humanos cargamos con una herencia colectiva ancestral de tendencia hacia ese tipo de actividad mental, que si bien no se evidencia en la actividad consciente, en las expresiones del inconsciente como los sueños, se evidencia de manera notable.
Estos contenidos colectivos mencionados fueron ampliamente investigados por Carl Gustav Jung y fueron denominados arquetipos y según el resultado de las investigaciones, parecen tener una actividad dinámica en los seres humanos y estar relacionados a la precipitación de cambios personales de importancia de los seres humanos.
Estos arquetipos se heredan en conjunto con los instintos, por lo tanto, si bien el aspecto consciente se forma con contenidos adquiridos desde el nacimiento, inconscientemente heredamos un caudal de contenidos inconscientes que influyen en la conformación de nuestro consciente, así mismo, como veremos mas adelante en este documento en relación a una hipótesis presentada, a nivel transpersonal nacemos vinculados inconscientemente a ciertos estratos que influyen en la conformación y funcionalidad de nuestra personalidad.
Asimismo durante el transcurso de la vida mediante la voluntad en alcanzar una mejora del clima interno nos vinculamos a contenidos inconscientemente, que están en afinidad a la calidad de nuestro clima interno.
La creencia de que el hombre mediante su aspecto racional y el producto de su entendimiento de la realidad puede gobernar todo su entorno y la vida, compartida por muchos seres humanos, es realmente una creencia irracional. Desde nuestros inicios los seres humanos tenemos una tendencia a la acción, a actuar por instintos o impulsos hacia el desenvolvimiento de la vida, el entendimiento racional del mundo en el sentido del modo de actividad mental orientado a la comprobación empírica y estrictamente metodológica y material, es una actividad reciente de la evolución humana y encierra ciertos peligros como es el hecho de excluir contenidos que si bien no son producto de la actividad racional consciente son necesarios.
El avance sobre el sendero de lo racional se dio por una tendencia hacia lo concreto material y empíricamente observable a cuesta de una carencia de introspección que evidencia un pasivo psíquico de autoconocimiento personal. A través de la actividad racional se configuro una realidad que evidencia diariamente en su funcionalidad social por ejemplo, esa carencia. Como se puede apreciar en la dinámica natural de la naturaleza, el cosmos o incluso en el aspecto intrínseco de la materia estudiado por la física quántica o en las investigaciones de Dr. Stanislav grof, que mencionaremos mas adelante en este documento, estamos gobernados por fuerzas que desconocemos y que nos trascienden.
En el aspecto psíquico hay posibilidad de experimentar estados de consciencia y acceder a contenidos que actualmente son inconscientes. La evolución de la humanidad evidencia que a mayor evolución y entendimiento, los seres humanos vamos adquiriendo mayores valores morales y nos vamos apartando de la necesidad de instintos e impulsos. En función al concepto de clima interno que fue propuesto en el documento teoría de la personalidad, vamos adquiriendo un clima interno menos denso y mas positivo que aunque la realidad muchas veces no lo demuestre, se hace evidente desde épocas pasadas a la actualidad, que los valores morales sociales han mejorado, evidenciándose que a nivel de lo inconsciente, que es la raíz de nuestro desenvolvimiento consciente, algo influencia en nosotros.
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