Concepto de sincronicidad de Carl Gustav Jung

En síntesis, una persona en crisis, bajo un vivencia de características especiales que conmueva realmente su situación, puede buscar desesperadamente ayuda y bajo la influencia de las emociones propias de un estado de desesperación y supervivencia, buscar inconscientemente hacerse dependiente de la ayuda o la presencia de otros, mas haya de lo necesario. Ambos tipos de personas vincularse de forma simbiótica y conformar constructos psicológicos conjuntos y dependientes en donde las fronteras del ego se confunden y se distorsionan.

Desde el punto de vista del concepto de sincronicidad de Carl Gustav Jung, una relación de este tipo, es la oportunidad y tiene la finalidad de solucionar aspectos que en el pasado no pudieron ser cerrados, aspectos inconscientes cuyo único medio de afloramiento al consciente, se encuentra en el contacto de una situación como la descripta. En que la persona que autopercibe una dependencia irreal subjetiva pueda afrontar su destino y la persona que anhela hacer el bien, adquiera la universalidad y la sabiduría necesaria para comprender cual es la frontera de ego de su persona respecto a otras y asuma su destino, sin roles que pueden originarse en la repetición de modelos familiares o de etapas que ya deberían estar superadas en su interno.

Cabe señalar que Carl Gustav Jung define la «sincronicidad» como una coincidencia significativa en contenido simbólico de dos o más sucesos, en la que está implicado algo más que la probabilidad. Se distingue la sincronicidad de los sucesos normales, por la existencia de un significado subjetivo común que interpreta el sujeto que experimenta el hecho. Se trata de una teoría que inaplica el principio de causa-efecto del paradigma moderno y al mismo tiempo es una teoría antimaterialista, ya que se centra en una experiencia subjetiva que da significado conjunto a hechos que en principio son exteriores y aislados.

Un ejemplo simbólico de este tipo de necesidad de sabiduría y desarrollo interno de la personalidad, previo al cumplimiento de expectativas personales, puede ejemplificarse en la película la guerra de las galaxias, en el personaje de Luke Skywalker, quien impulsivamente asume la posición del héroe que lucha contra el mal, tiene conocimiento de la fuerza y el posee el ímpetu de bien, pero no podrá vencer a Darth Vader, hasta tanto no adquiera la sabiduría que Yoda puede transmitirle.

Este ejemplo cinematográfico puede traducirse a conceptos reales en que podemos tener personas cercanas con necesidades, incluso familiares a quienes deseamos ayudar, pero para tal fin hace falta capacitarse y saber como es la forma adecuada y no actuar impulsivamente de la forma en que creemos que debemos actuar sin habernos capacitado. En los casos de las relaciones con familiares y personas cercanas con trastornos de personalidad, este punto es de vital importancia para evitar generar disfuncionalidades que agraven la patología.

No quedan afuera del análisis las relaciones paciente-terapeuta, en las que pueden darse casos en que el terapeuta sienta contra transferencialmente sobre implicación o sentimientos de querer rescatar al paciente que deriven en un vinculo no terapéutico y perjudicial.

Cabe señalar que existe una asociación inconsciente y muchas veces generalizada entre hacer el bien y ayudar, responder si y dar cosas, ya sea bienes materiales y/o dinero o incluso estar presente y dar compañía de forma incondicional. Sin embargo la realidad muchas veces enseña que en muchos casos, una ayuda real se efectiviza cuando se aprende a decir no, se toma distancia para poder actuar de forma precisa y se deja que una persona obtenga de la realidad las consecuencias naturales negativas producto de sus actos, sin intermediarios que las solucionen o detengan.
Este tipo de vinculación entre dos personas puede establecerse sin que ambos, previo a un hecho de características especiales, tuvieran conocimiento consciente de la tendencia potencial en su interno al respecto de esos roles, dependiente / salvador.

Lo analizado no significa en absoluto que tengamos que desentendernos de las necesidades de nuestros semejantes, sino que es imprescindible que en caso de necesidad se tenga asistencia, para tener bien claro y presente, hasta donde y específicamente en que, debemos ayudar a otros e incluso detectar cuando debemos pedir ayuda.

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