Si Camarón cantaba esas canciones a sus amigos toreros como Curro Romero, ni mucho menos es Vicente Amigo, queriéndolo bautizar como el “guitarrista de los toreros”. Este sevillano-cordobés, aficionado declarado de esta cultura de los toros dedicará temas con un fuerte sentido de pasión a sus amigos. A lo largo de su discografía conocemos tres canciones dedicadas a toreros importantes que han marcado en el arte del toreo. Mientras ellos torean con temple, Vicente Amigo lo hará al ritmo del compás, una canción por tanguillos y dos de ellas por el palo de las bulerías.
Vicente Amigo Girol nació en Guadalcanal, Sevilla, el 25 de marzo 1967. Será de niño cuando se traslade a la ciudad de Córdoba con su familia y empezará a la edad de ocho años su formación como guitarrista, ya que, como regalo recibe su primera guitarra, pasando desde entonces por las mejores manos de guitarristas cordobeses, como son el caso de Merengue de Córdoba y el Tomate. Pero su formación culminará de la mano del guitarrista gaditano Manolo Sanlúcar, con quién estudió y trabajó duramente para formarse siendo hoy lo que es, un guitarrista de primera línea. Sale de propias palabras de este guitarrista que “Vi con claridad la fuerza expresiva que tiene la guitarra y me di cuenta de que el trabajo diario es lo que forja y pule”.
En 1988 decide comenzar su trabajo en solitario, presentándose al Festival Nacional del Cante de las Minas de la Unión, obteniendo el primer premio en la sección de guitarrista. Como conmemoración de esto, Vicente Amigo presentó en el año 2010, su nuevo disco, en el que será homenajeado con motivo de su premio y trayectoria profesional, puesto que será éste el punto de inflexión en el que comenzará una carrera meteórica hacia el éxito. Su consagración como guitarrista de primera línea de la guitarra flamenca la obtendrá en 1989 al ganar el premio Ramón Montoya, en el XII Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. A partir de aquí comenzarán los reconocimientos, tanto dentro como fuera del país. Desde su primer disco, “De mi corazón al aire” en 1991 hasta su disco “Poeta” en 1997, no dejando atrás su disco “Vivencias Imaginadas” será reconocido con numerosos y prestigiosos premios, como son los premios Ícaro o el Ojo Crítico de RNE, e incluso reconocido con los premios al Mejor Autor Flamenco y Mejor Compositor Flamenco, otorgados por AIE y la SGAE, en la segunda edición de los Premios de la Música.
Este “Califa Cordobés”, considerado así por las revistas más prestigiosas y también como el sucesor natural de Paco de Lucía, será reconocido por los artistas más importantes en el que comenzará a compartir cartel con Al Di Meola, Jhon Mc Laughlin, Paco de Lucía, Bob Dylan, David Bowey, Milton Nascimiento, Camarón de la Isla y un sin fin de artistas más.
Será en su disco “Vivencias Imaginadas” donde comience la dedicación de letras a sus amigos toreros. El primer afortunado será Juan Serrano, conocido en el mundo de los toros como Finito de Córdoba, en el que confiesa que “siendo novillero echándose esos manos a manos con Chiquilín me quedé totalmente enamorado de su arte y supone el pilar fundamental de mi afición al toreo”. También confiesa que ha sido una de sus fuentes más importantes para su inspiración, por la belleza que muestra en su arte. Por este motivo, le regalará los tanguillos “De Blanco y oro”, y la letra dice en varias estrofas “Cuando dormía la desperté, Finito está toreando, vamos a verlo, porque Finito está Toreando, vamos a verlo”. A continuación escribirá una frase con sentío en el que expresa lo que siente y dice que “Otro Califa ha nacido, ojalá lo diga el tiempo, lo dice el corazón mío”. Blanco y oro, Vicente Amigo (Véase la canción pulsando el enlace).
Tendrá que ser dos discos siguientes cuando nuevamente, Vicente Amigo, vuelva a dedicar una canción a un torero. No debemos de olvidar, que entre medias, se encuentra la producción de “Ciudad de las Ideas” inspirada en la ciudad de Córdoba y así lo demuestra sus letras, sus títulos y su portada, llegando aquí incluso reconocido ya mundialmente como una gran figura, ya que gracias a su canción “Tres notas para decir te quiero”, será premiado con el Grammy Latino como mejor álbum de Flamenco.
Su siguiente disco, “Un Momento en el Sonido”, publicado en el año 2000, aparecerá unas bulerías, de un principio calmado en el que poco a poco se solivianta, con más fuerza, y así de la nada aparece un tema dedicado al torero del momento, José Tomás. Ésta canción, titulada como “Campo de la Verdad”, tiene una doble intencionalidad. Por un lado, dedicado al barrio de Córdoba del mismo nombre y a la plaza. La letra, dedicada a José Tomás, del mismo modo que reproduce rozando las cuerdas de su guitarra, en el que parece que sus dedos levitan en ese momento, suena el nombre de José Tomás. Las estribillos o estrofas dicen lo siguiente por medio de la voz de Potito, “Campo de la Verdad, que de la verdad, Campo de la Verdad, ay de la verdad, ay terreno por donde pisa, torero José Tomás, ay torero, torero…José Tomás”. Al poco tiempo vuelve a sonar a raíz de un pequeño silencio, expresando de este modo la admiración que siente hacia el torero, la estrofa “Cuando José se pone a torear, se pone a torear, cuando él se pone ya nunca sabe, si del sueño de su muleta volverá, José se quedará dormido toreando a la olas del mar, ay torero, torero José Tomás”. Y ya para finalizar la canción habla de la casta y de cómo se viste la verdad en la plaza con “Trajes de luces tiene el albero, de duda, valor y miedo, José de luna, luna del cielo, cielo de estrellas pá mi torero”. Será tal la pasión que sentirá por José Tomás que también le compondrá una copla, estrenada en la plaza de la Monumental de Barcelona, siendo aquí donde se inspirará para el título de su último disco, “Paseo de Gracia”, publicado en el año 2009. Campo de la Verdad, Vicente Amigo (Véase la canción pulsando el enlace).
Será aquí en el que aparezca un nuevo tema dedicado esta vez por el palo de bulerías, al igual que el disco anterior, a José María Manzanares, hijo del mítico torero, Manzanares. Esta vez, con un sentido filosófico, le dedica la letra, titulada “Azules y Corinto”, con una primera parte cantada por el joven cantaor Nani de Córdoba y dice “aire que viene del cielo con esta muleta, con este torero, aire que viene del cielo con esta muleta, con este torero”. Poco después por medio de la voz de Rafael de Utrera “ay, Rafalillo y los amigos tocamos el cielo viendo torear, Jose Mari Manzanares, plaza de Linares no va a matar, con ese arte de amor y fuego, que nos vino a dar. ¿Que será de esos toreros y del alma mia que se va con ellos?”. azules y corinto (Véase la canción pulsando el enlace).
A día de hoy está ya trabajando en la producción de su último disco, en el que surge el interrogante de ¿aparecerá un nuevo tema dedicado a algún torero? Esperemos que salga algo y nos deleite con sus formas de sentir el toreo y de expresar lo que siente hacia sus amigos.
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Sabemos de tu deleite por este cantante. Sin duda un punto de vista muy bueno.
Enhorabuena por tu artículo.
Muchas gracias. Y cuidado¡¡¡ no es cantante es guitarrista jejej Por cierto, ya me han escrito desde otro lado diciendome lo mismo y de como le he dado la perspectiva de su musica desde el mundo de la tauromaqui.
Muchas gracias de nuevo. Un saludo.
ole, ole, ole. Eso si que es un guitarrista!