Son muchas las noticias publicadas acerca de la productividad española, además de los negativos ritmos laborales que actualmente mantenemos.
¿Qué está fallando dentro de nuestro tejido empresarial para que esto empiece a cambiar? O mejor dicho, ¿Qué reformas deben de adoptar las empresas para conseguir que el rendimiento de sus trabajadores sea lo más productivo posible?
Empezaremos a analizarlo:
Hará aproximadamente unos días llegó a mi poder, un artículo donde, el constante mito de trabajadores españoles poco productivos respecto al resto de Europa se desmoronaba parcialmente, mediante un estudio de eficiencia respecto al esfuerzo laboral; y es que, asociarnos con conceptos tan conocidos como siesta, largos descansos para almorzar, distendidos ratos de desayunos y cafés, solo sirve para justificar y encasillarnos en algo sobre lo que no estoy de acuerdo: “ Jornadas maratonianas de trabajo para cubrir los desfases incurridos por ineficiencia, así como baja productividad”.
A los condicionantes anteriores si le añadimos el elevado absentismo laboral acaban conformando un mix perjudicial y devastador tanto para empresas como empleados, que finalmente supondrán incremento de costes salariales y bajos incrementos anuales, que en la situación actual de endeudamiento que atraviesan las economías domésticas solo suponen bajo crecimiento.
Y es que, ya hay empresas las cuales han adaptado sus turnos de trabajo diarios para que sus empleados puedan conciliar vida laboral y personal, acabando su jornada dentro de una franja horaria razonable la cual le permita realizar tareas simples, pero a su vez necesarias como: formarse, recoger sus hijos a la salida escolar, visitar al médico, y así un largo etcétera.
Por eso, no es casualidad que el resto de nuestros vecinos europeos nos hayan aventajado respecto a esta materia, y es que, principalmente las medidas gubernamentales al respecto son totalmente diferentes. Pero permítanme ir más allá, dichas medidas no deberán ser adoptadas por grandes multinacionales, sino todo lo contrario, pequeñas empresas tan importantes en nuestra economía, y ¿Cómo? Mediante asociaciones a nivel profesional o a nivel empresarial con fin de obtener servicios extras para los empleados, aunque con mejores condiciones y asequibles a la estructura del negocio; un claro ejemplo, el sistema de guarderías que muchas multinacionales tienen y que tan inasequible es para las Pymes, pues, asóciense por lugar de trabajo, sector profesional o incluso zonas, facilitando este incentivo a sus trabajadores. Ahora, sin conciencia a nivel gubernamental para facilitar ayudas al respecto esto sería imposible.
Consigamos pues, posicionar a nuestro País en factores como “Productividad, industria, y renta per Cápita”, seremos más competitivos y sobre todo empezaremos a salir de la crisis que atravesamos. Flexibilidad laboral, otro concepto clave; y es que, mantener a un trabajador encasillado, porque sabe lo costoso que supone para la empresa reemplazarlo así como moverlo de posición, es otro inconveniente. No obstante, este y el anterior tema actual son uno de los miles problemas que atraviesan la economía nacional y empresarial.
Llegados a este punto me planteo una cuestión, “ Ni la Seguridad conformada como está actualmente, ni la tasa de desempleo que mantenemos es rentable por mucho tiempo” Por tanto, ¡algo habrá que hacer! Y no solo que cambie nuestro modelo sino sobre todo que sea eficaz.
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