Desde que en el mundo Occidental se desató la actual crisis financiera que hoy día ocupa la portada de todos los diarios económicos, con medidas cortoplacistas así como en mi opinión, “decisiones que no siguen una estrategia conjunta de llevar un barco a la deriva hacia puerto firme, sino más bien todo lo contrario, desesperación por buscar momentos de sol y temporal de calma”, han sido muchas las medidas que desde los distintos Países, FMI, BCE y multitud de Instituciones Públicas se han ido adoptando. También es de remarcar, que cuando unos gobiernos aplicaban unas medidas de reducción del gasto público otros, como por ejemplo España, Grecia y así podemos enumerar otros tantos lo cuales han tenido que ser intervenidos, creyeron que la mejor opción era todo lo contrario, incremento del gasto público con el fin de incrementar la Inversiones y por consiguiente reactivar la economía del País.
Esta medida bien aplicada, es decir, destinando dichos fondos sobre infraestructuras que sean de utilidad al País y que no generen una masa de empleo temporal (PLAN E), una fuente de ingresos a empresas del sector privado momentánea, que lo único que le va a reportar es la Suspensión de Pagos y quizás la Quiebra (empresas de construcción), puesto que su principal Acreedor -El Estado– no atiende sus obligaciones contraídas en el pago de la deuda, aunque si impone determinada legislación con el fin de evitar y localizar a las empresas cuyos acreedores superan un periodo de tiempo determinado; tendría como resultado una reactivación en la economía. Ahora bien, si lo único que se busca es lo siguiente:
Incremento del Gasto Público con su consiguiente Incremento de Ingresos que sobre el consumidor final y las empresas se ven obligados a soportar, no reduciendo gastos públicos superfluos que en periodos de Recesión Económica como los atravesados son prohibitivos mantener. Puedo enumerar los siguientes: Exceso de flota de vehículos, Reserva de billetes en Clase Bussiness, Teléfonos Móviles para uso personal, Dietas desmesuradas, y así un largo etcétera; además de otras inversiones tal y como denominamos, a las Becas de estudio para idiomas con una duración de tres semanas aproximadamente y cuyo objetivo es el aprendizaje de una lengua extranjera entre la población estudiante. Por qué no en lugar de malgastar el dinero en este tipo de ayudas que solamente supone el pago de unas vacaciones a aquellas personas que en su gran mayoría -no quiero generalizar- se dedican a viajar gracias a los impuestos que miles de personas pagamos se crea un sistema de financiación para los alumnos, que tengan la obligación de devolver cuando finalicen sus estudios. Por qué en lugar de pagar cursos a personas desempleadas no se facilita ayudas a las empresas mediante reducción por ejemplo del Coste de la Seguridad Social; haciendo que el número de contrataciones sea mayor y no creando una espiral entre la población desempleada sobre la que no se sabe ayudar de otra forma que mediante fondos destinados a un único fin: La no inclusión en las estadísticas de desempleo elaboradas por el INE.
Creo que los gobiernos que nos preceden solamente buscan el voto y la continuidad en el poder, denominando como “Pérdida del Estado del Bienestar” la adopción de medidas necesarias y urgentes que no solo mantendrían el Bienestar común, sino la obtención de una renta con la que miles de familias poder alimentarse diariamente.
Por tanto, acabo esta reflexión con una pregunta; en un momento en el que el IBEX 35 cae, (Aproximadamente cerca de los 8.200 puntos) el valor del oro y otros metales preciosos siguen una tendencia similar-bajista- y la incertidumbre financiera y crediticia no desaparece sobre la realidad en la que nos adentramos, siendo la tasa de mora bancaria cada vez mayor ante la falta de renta con la que poder sufragar el endeudamiento. ¿Será posible esperar hasta el 20-N, donde un nuevo gobierno, presente seguridad en los mercados y ante todo confianza hacia los inversores?
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