Qué distingue sencillamente a unos u otros, o más bien, que es lo que conlleva a una persona a intentar crear a partir de una idea su puesta en escena y posterior creación de una empresa.
En el artículo de hoy me gustaría hacer una breve reflexión acerca de qué motiva a un emprendedor a arriesgarse y lanzarse frente a la multitud de inconvenientes y dificultades para que su idea o proyecto se convierta en un negocio creciente y rentable.
Es cierto que en la actualidad nos encontramos con varias realidades y estas son:
- Que no todo el mundo tiene la vocación de emprendedor, es algo innato.
- El riesgo no es algo que cualquiera desee asumir.
- Y sobre todo lo más importante: para desarrollar un negocio deben de coexistir dos situaciones, una buena idea y encontrarse en el lugar y en el momento adecuado.
Por otro lado, en nuestro País, la sociedad y nuestro entorno más cercano solo aspira en la situación actual a varias opciones con un único fin, el obtener un puesto de trabajo, o mantener el que se tiene; pero en una situación como la que atravesamos, y donde el ratio de empleabilidad por parte de las compañías va en decremento, la riqueza per cápita así como otros datos y variables macroeconómicas con tan negativos resultados y donde el cambiar de puesto o aspirar a uno sea bastante difícil, conllevan a que se opte por estudiar, formarse, especializarse en todas las ramas posibles y materias concretas como forma de diferenciación, pudiendo de esta forma dejar atrás a la competencia, aunque en mi opinión no es lo que el mercado esté demandando, la economía no demanda SUPER PROFESIONALES sino todo lo contrario, gente innovadora, con ganas de realizar cambios, ilusionados en crear empleo, y sobre todo con ganas y actitud de cambiar lo presente.
Pero el principal problema de esto ¿cuál es?
Desde que nacemos aprendemos a hablar, escribir, más tarde vamos al colegio donde nos enseñan a hacer las cosas de la mejor forma posible y en función de unas teoría ya formuladas y aprobadas a lo largo de la historia, todo esto con un inconveniente: ¿Y la creatividad? ¿Acaso nos inculcan las aptitudes para ser creativos, a reflexionar una y otra vez, a plantearnos nuevas formas de hacer las tareas diarias o encontrar mejoras frente a las dificultades y sobre todo a encontrar la verdadera vocación?
Esta semana hemos despedido al gran genio de la informática, Steve Jobs, quién sin apenas licenciarse, desde el garaje de su casa trabajó en un proyecto que hoy día es rentable y genera riqueza: Apple. De igual forma el empresario Amancio Ortega sin apenas ser una persona que dominase la Teoría Económica, ni variables macro/micro-económicas ha creado una empresa que ha revolucionado el mundo de la moda, INDITEX, y todo por su innovadora idea de crear ropa que se asemejara a las nuevas tendencias de las grandes firmas pero a precios más asequibles, donde cualquier persona pudiese optar a vestir dichas prendas con las cambiantes tendencias del mercado.
Qué falta en nuestra sociedad para que personas con talento desarrollen sus ideas y revolucionen el mercado actual, pasen o dejen de ser víctimas y producto de la economía global donde se presupone que las grandes compañías demandan perfiles inalcanzables.
Decía Steve Jobs en su discurso de graduación en la universidad de Stanford que lo importante en la vida es hacer las cosas como si pensaras que no hay un mañana, eso te llevara a poner todas tus fuerzas y ganas en adoptar un cambio y por tanto hacer lo que verdaderamente quieres -TU VOCACIÓN Y SUEÑOS- quizás motivados por el día a día, las aspiraciones y demás valores personales, se origine un distanciamiento de lo que verdaderamente nos hace felices, pero creo considerablemente que al final es el único objetivo que debemos perseguir.
Pingback: Bitacoras.com