Nuestro estado después de la muerte

A finales de este año habrá alrededor de mil millones de personas en el planeta que usarán activamente las redes sociales. Todos tienen en común que van a morir. Aunque esto pueda ser un poco morboso, creo que tiene implicaciones profundas que vale la pena explorar. Lo primero que me llevó a pensar en esto fue un artículo de Derek K. Miller de principios de año que era periodista de ciencia y tecnología y murió de cáncer. Miller le pidió a sus familiares y amigos que escribieran un mensaje para publicar poco después de su muerte.

Esto es lo que escribió en su última entrada: «Ya está. Estoy muerto y este es mi último comentario en el blog. Anticipadamente, he pedido que una vez que mi cuerpo ceda al castigo de mi cáncer, mi familia y amigos publiquen este mensaje que preparé… es la primera parte del proceso de convertir esto de sitio activo a archivo».

La verdad es que en la actualidad todos estamos creando archivos que son completamente diferentes de cualquier cosa que hayan creado las generaciones pasadas. Consideren algunas estadísticas. En este momento 48 horas de video están siendo subidas a YouTube cada minuto. Hay 200 millones de tweets por día. Y el usuario promedio de Facebook cada mes crea 90 contenidos. Así que, si piensan que sus padres o abuelos, cuanto mucho habrán creado algunas fotos o videos caseros o un diario que está en algún cajón.

Pero hoy todos estamos creando este archivo digital increíblemente rico que vivirá en la nube indefinidamente, durante años después de nuestra muerte. Y creo que eso va a crear algunas oportunidades muy interesantes para los tecnólogos. Ya estamos viendo algunos servicios diseñados para permitirnos decidir qué sucederá con nuestro perfil virtual y nuestras cuentas de redes sociales después de morir.

ifidie.net Ese servicio, básicamente, permite crear un mensaje o un video que se puede publicar en Facebook después de tu muerte. Otro servicio se llama 1000 Recuerdos. Aquí se puede crear un homenaje virtual a tus seres queridos, con fotos, y videos e historias que ellos pueden publicar después que uno muere. Pero creo que lo que viene a continuación es mucho más interesante.

Avanzando un paso más, el Media Lab del MIT está trabajando en robots que pueden interactuar como humanos. Pero ¿qué pasaría si esos robots fuesen capaces de interactuar en base a las características únicas de una determinada persona considerando los cientos de miles de contenidos que esa persona produce en toda su vida? Finalmente, recuerden esta famosa escena de la noche de la elección del 2008 en Estados Unidos, cuando CNN transmitió un holograma en vivo del artista de hip hop, will.i.am, en su estudio para una entrevista con Anderson Cooper. ¿Qué pasaría si fuésemos capaces de usar ese mismo tipo de tecnología para transmitir una representación de nuestros seres queridos en nuestras salas de estar interactuando de una forma casi real en base a los contenidos que crearon mientras estuvieron vivos?

Creo que eso será completamente posible a medida que la cantidad de información que estamos usando y las habilidades tecnológicas para entenderla se expandan exponencialmente. Finalmente, lo que necesitamos reflexionar es si queremos que esto sea nuestra realidad; y si es así, qué significa esto para una definición de la vida y todo lo que viene después de ella.

Extracto de la conferencia de Adam Ostrow de Mashable en TED.

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