Introducción
Cuando ves que eres incapazar de ganarle la partida a tu adversario, unirte a él es una de las mejores técnicas que puedes elegir en caso de que te sea posible. Durante décadas, un conglomerado de contadas discográficas, se repartieron el pastel de los ingresos producidos por la industria musical, debido a un mercado que tenía carencias muy grandes y donde ellos eran los únicos que podían ofrecer lo básico:
- Una infraestructura donde grabar y producir el disco
- Una distribución del mismo de forma que llegara a la mayor cantidad de lugares posibles
Tal fue el grado de dominio de este mercado por parte de las discográficas que según podemos ver en el gráfico de a continuación extraído de Haha.nu, más de la mitad de lo se ingresaba por la venta de CD se lo llevaba (y se lo lleva) la discográfica. Hablo en pasado porque este tipo de soportes son para mí al menos ya, parte del pasado.
Una nueva realidad
La tecnología trajo avances importantes. Se pasó de los LP a los CD y con este paso se disminuyeron los costes tanto de los clientes como de ellos mismos para producir más y más discos. El tamaño se redujo por lo que la distribución se facilitó y el material de los CDs aseguraba un menor coste de producción por unidad. Todo pintaba muy bien, pero comenzó el primer problema: la llegada de las grabadoras de CD. ¿Recordáis aquellos CD de 74 o 80 minutos que seguro que alguna vez habéis grabado a un amigo o conocido?
Con los LP este movimiento no era en absoluto tan fácil, por lo que el primer agujero se les creó. Este movimiento afectó a las discográficas (aunque creo que más moralmente que en términos económicos reales), pero sin embargo, pudieron aguantar perfectamente el «tirón».
El problema vino después. La llegada del formato MP3 y la popularización del mundo del PC de escritorio, posibilitó que fuera más fácil que nunca «pasarse» canciones. Tened en cuenta, que hasta este momento para «pasarse» canciones era necesario algo que marcaba la diferencia: el soporte físico. El MP3 terminó con ese lastre, ahora podíamos pasar música directamente a través de un fichero, por lo que las vistas no se limitaban sólo al espacio de lo material, sino al mundo al completo. El hecho de ser un medio inmaterial, añadía una dificultad más a limitar la propagación de la música.
En la siguiente entrada hablaremos de la mayor dificultad de todas las encontradas, las redes de intercambios de ficheros P2P y cómo están reaccionando las discográficas, aunque algo tarde, para conseguir un modelo de negocio que satisfaciendo a los usuarios, sea viable económicamente para ellas.
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