(Continuación de las respuestas).
El posito real de esta villa se compone en el día de cinco mil ciento veinticinco fanegas, siete celemines y dos cuartillos de trigo, de las cuales se hallan existentes en especie efectiva tres mil novecientas diecinueve fanegas, un celemín y dos cuartillos de trigo; y las restantes mil doscientas seis fanegas y seis celemines, las mismas que están debiendo los vecinos labradores y peujareros, procedentes las mil ciento sesenta y cuatro fanegas de la data de sementera, que les fue repartida a virtud de licencia de la subdelegación de la ciudad de Llerena en el año pasado de setecientos noventa, y las cuarenta y dos fanegas y seis celemines restantes procedentes de los anteriores adeudos, según que así resulta del único cuaderno de escrituras de obligación a su favor otorgadas por los vecinos deudores, que es el que rige. Y también tiene de fondos suyo propio e indubitable en especie efectiva de moneda veintiocho mil cuatrocientos sesenta y nueve reales y treinta y tres maravedís de vellón, en esta forma: los veinte mil reales vellón impuestos en el Banco Nacional San Carlos a virtud de superior orden, y los ocho mil cuatrocientos sesenta y nueve reales y treinta y tres maravedís de vellón en su arca de cuatro llaves.
Esta villa tiene y observa para el régimen y gobierno económico sus ordenanzas municipales, aprobadas por su Majestad (que Dios guarde) y señores de su Real Consejo de las Órdenes, su fecha en Madrid a catorce de febrero del año pasado de mil setecientos treinta y uno.
No hay curia eclesiástica y sí está sujeta esta villa por dicho fuero al provisor de la ciudad de Llerena y vicario general como territorio del Priorato de León.
En esta población hay una sola parroquia con el nombre de Santa María de Gracia, su dotación y emolumentos son accidentales, motivo porque a ciencia cierta no pueden manifestarse sus importes, pues dependen sus productos en cada año de los diezmos de una casa que se le elige con el nombre de Cañama y en los rompimientos de sepulturas. Y el párroco que la sirve es nombrado por Su Majestad y señores del Real Consejo de las Órdenes, el que goza de cinco mil reales de vellón procedentes los cuatro mil de la campaña y los mil restantes de nómina. No hay en esta cementerio y sí hay necesidad de él, y puede cómodamente edificarse contiguo a la Ermita de los Santos Mártires, cuya iglesia verificado dicho caso podrá servir de capilla.
En la parroquial de esta villa hay solo un beneficio con el nombre de las Bastillas, el cual en sus vacantes se presenta por el Rey Nuestro Señor y aunque en el término de esta villa tiene algunas suertes de tierras, se ignora su dotación y gravámenes, y el cual no necesita residencia personal. Y en cuanto a capellanías hay el número de ciento veintinueve, la cuales más de ellas se hallan indotadas, por no llegar con mucho exceso a la congrua señalada en este territorio, que son mil trescientos veinte reales vellón, otras se hayan sus bienes del todo perdidos, provenientes de haberlas obtenido en sus vacantes capellanes forasteros, y de ellas algunas requieren asistencia personal.
En esta dicha villa hay un hospital con el nombre de Santiago, digo San Juan, el cual sólo sirve para hospedaje de pobres que mendigan, del que es patrono el ayuntamiento de ella, quien anualmente nombra mayordomo y el que tiene de dotación anual setenta y dos reales de vellón de réditos de censo, los que sirven para reparar sus albergues. También hay cuatro obras pías, la una secularizada y la que hasta de presente conoce Su Majestad (que Dios guarde) y señores presidente y oidores de la Real Chancillería de la ciudad de Granada, y es la que fundó Gómez Martín Gragera, de la que es patrono administrador Don Rodrigo de Brito de esta vecindad; la que tiene de dotación anual cuatrocientos cuarenta y cuatro reales vellón de réditos de censos, y veintiuna fanegas de trigo, cuyo dinero se invierte en comprar trigo y repartirlo de limosna entre los parientes huérfanos y viudas con arreglo a su fundación; con asistencia de la real justicia y síndico personero.
Las otras tres eclesiásticas y como tales sujetas al vicario general y provisor de la ciudad de Llerena, la una de ellas fundada por Melchor López, de la que es patrono administrador Pedro Madera de esta vecindad; su dotación consiste en cuarenta y cuatro fanegas de tierras, las que producen de renta anual cinco fanegas de trigo y sesenta y siete reales anuales de réditos de censo, cuyas rentas y maravedíes sirven para distribuirse en dotes entre los parientes del fundador.
Otra que es fundada por Alonso Serrano, de la que es patrono Joseph Acedo; la que consiste en ciento cuarenta fanegas de tierra, las que producen veintisiete fanegas de trigo, las cuales se distribuyen en dotes entre los parientes del fundador.
Y finalmente la fundada por Fernando Martín Montánchez, de la que es patrono administrador Don Francisco Zalamea; la que consiste en dieciocho fanegas de tierra, las cuales una se siembra un año y otra el otro, dejándolas algunas de huelga por cansadas, y producen de renta anual cuatro fanegas y media de pan mediado, lo que se invierte en dotes entre los parientes del fundador.
En la parroquial iglesia de esta villa sólo ha quedado una cofradía, que es la del Dulce Nombre de Jesús, la que tiene por fondo suyo propio una huerta murada de pared, con su agua de pie, con árboles frutales y tierra de regadío para legumbre, compuesta de cinco fanegas, la que rinde anualmente un mil un reales de vellón, dos cortinales de cabida de cuatro fanegas de tierra, los que producen de censo anual treinta y cinco fanegas de cebada, y una suerte de cinco fanegas de tierra, la que produce de renta en cada año fanega y cuartilla de trigo, cuyos maravedíes y fanegas de grano sirven para distribuirlos en el culto divino y festividades que anualmente se celebran y pago de sufragios por el ánima de cofrades que fallecen. De cuya cofradía como juez conoce el vicario general y provisor de la ciudad de Llerena, la que se compone de veintisiete cofrades, y sólo tiene un cuaderno de constituciones aprobadas por Su Majestad y señores del Real Consejo de las Órdenes, su fecha en Madrid a quince días de diciembre de mil quinientos ochenta y cuatro, del modo de proceder en la admisión de hermanos, nombramiento de mayordomos, alcaldes y regidores.
Hay en esta población cuatro ermitas o santuarios, las tres extramuros de ella, nombradas el Santísimo Cristo de la Misericordia, Nuestra Señora de la Aurora, los Santos Mártires y San Antonio de Padua, las cuales las del Santísimo Cristo y Nuestra Señora de la Aurora se hallan en gran manera adornadas y en ellas los fieles tienen mucha devoción y diariamente se celebra el santo sacrificio de la misa en la de los Santos Mártires, se celebra también el santo sacrificio de la misa en todos los domingos y días festivos y en la de San Antonio algunos días casuales; y a las que concurren los fieles en los días de sus celebridades, y de las de Nuestra Señora de la Aurora, Santos Mártires y San Antonio salen procesiones, la una en el día miércoles santo que es la de Jesús Nazareno, y las otras el día de San Antonio y San Blas, y cuando en algún año se celebra rogativa por alguna calamidad suele salir en procesión de penitencia el Santísimo Cristo de la Misericordia. Y no se han experimentado quimeras algunas sin embargo del mucho concurso de gentes.
La del Santísimo Cristo carece de rentas y sí de las frecuentes limosnas que diariamente dan los fieles se surte de todo lo necesario para el culto divino y cuyas limosnas como adventicias y no fijas no se pueden numerar sus ascensos. La de la Aurora, que también sirve de oratorio a las casas provinciales de Don Lorenzo Fernández de Galeano, tiene y posee por alhajas suyas propias nueve fanegas de cortinal y no alcanzando sus producciones a los gastos diarios, costea lo demás que necesita para su culto el antedicho Don Lorenzo. La de los Mártires posee dos fanegas de cortinal, de los que percibe anualmente doce fanegas de cebada. Y la de San Antonio goza de cuatro fanegas de cortinal, que le producen anualmente treinta y cinco fanegas de cebada.
Y las del Santísimo Cristo, Santos Mártires y San Antonio tienen ermitaños, los cuales nombra el caballero cura párroco, sin embargo de ser privativo al ayuntamiento que cede sin perjuicio.
Hay sólo un convento de religiosas de la orden de Nuestro Señor Padre San Francisco de la regular observancia y Santa Clara con el nombre de Jesús María, el actual número de sus individuos se compone de veinte religiosas, y el de su fundación es de veintidós; cuyas religiosas dependen de sus rentas y algunas casuales limosnas. Y para la profesión de cada religiosa de velo negro percibe el convento cuatro mil cuatrocientos reales vellón y la enseñanza en él es privada.
En esta villa hay una escuela de niños de primeras letras, un estudio de gramática y dos escuelas de niñas sin dotación alguna y si se les satisface a los maestros por los padres el plus mensual o anual que capitulan, experimentándose por no estar dotadas las dos primeras graves perjuicios, pues ni los niños logran saber las primeras letras y mucho menos la gramática por no haber profesores que sin premio quieran establecerse en esta villa y por todo ello y otras causas es de necesidad su establecimiento y dotaciones, valiéndose del medio de dotarlas de los propios.
(Sigue)