Tomemos como ejemplo el caso de una persona que padece trastorno límite de la personalidad que constituye según la opinión de los especialistas el trastorno de personalidad que representa un desafío clínico por la complejidad y variedad de síntomas que incluye.
Una persona que padece trastorno limite de la personalidad con alto grado de impulsividad, como característica relevante de su personalidad, subyace el hecho de tener una sensibilidad extrema que deriva en una intensa vulnerabilidad a los cambios y sucesos de ambiente externo.
Desde su aspecto emocional sensorial mas profundo, algo entorpece su existencia y la persona no cuenta con un acabado desarrollo de los recursos internos para poder controlarlo y tampoco posee amplia comprensión de que es lo que realmente le afecta, sin embargo encuentra en su entorno inmediato causas y motivos sobre los cuales proyectar su dolor y malestar interno, ante la imposibilidad de encontrar el origen de su sensación de vació y conflicto de identidad, que evidencia la presencia de creencias irracionales inconscientes que afectan la armónica vinculación entre el ego superior y el ego consciente.
Mentalmente se encuentran gobernados por espejismos al respecto de proyectar en objetivos externos la condición de que su realización traerá como resultado una sensación de bienestar, ingresando así en una vorágine que los impulsa a conseguir cosas, que en realidad no aportan un bienestar real y simplemente atenúan momentáneamente conductas disforicas, pero no eliminan la ansiedad y la impulsividad que muchas veces es extrema. Esos hechos se convierten así, en situaciones limite que tarde o temprano desembocan en eventos de desregulación emocional.
En muchos casos esa incesante búsqueda desencadena que la persona asocie inconscientemente la realización de ciertos actos o conductas, con la creencia irracional que su ejecución traerá el alivio de sus síntomas, mecanismo que desemboca en conductas compulsivas con un amplio deterioro en algún área de vida.
Frente a esta situación y con respecto a su relación con los demás y en relación a la dependencia a esas compulsiones, adoptan una postura de manipulación inconsciente muy difícil de limitar, que provoca en sus familiares caos y desesperación reales.
Sin embargo las personas que padecen trastorno límite de la personalidad, son personas que poseen una inteligencia media y superior, suelen tener gran sensibilidad artística y facultades para la pintura, la música o la escritura, también cuentan con muchas habilidades sociales.
Pueden ser encantadores y muy seductores, también suelen ser cultos y capaces de despertar interés especial en quien los conoce y poseen una especie de sexto sentido que les permite captar intenciones, pensamientos y puntos débiles de los demás, capacidad desarrollada desde la niñez por la observación de familiares que han estado cerca y con quienes han vivido experiencias traumáticas y han aprendido por ensayo y error e inconscientemente a captar ciertas actitudes con el objeto de prevenirse o defenderse a maltratos o situaciones difíciles.
Por lo tanto son personas que habiendo vivido en ambientes disfuncionales por largo tiempo, han tenido un aprendizaje y una educación en que podemos estimar que no se ha establecido una adecuada armonización entre el ego superior y el ego consciente y por lo tanto el proceso inconsciente de desarrollo psíquico se ha obstaculizado y el ego consciente no ha desarrollado funciones finas que son necesarias para la adaptabilidad al ambiente.
También son personas que tienen gran sensibilidad humana con las personas desfavorecidas, las injusticias y para con los animales a los que se llegan a vincular mucho. La característica central es una acusada y continua inestabilidad a nivel emocional, interpersonal y de identidad.
El caso del trastorno limite de la personalidad tiene como uno de sus factores de origen, experiencias traumáticas vividas en edad temprana, pero cabe señalar que es una convergencia de factores la que desencadena el padecimiento, en general al inicio de la edad adulta. Todos los autores especializados en salud mental, coinciden en señalar que existen factores de tipo biológico, psicosocial y de aprendizaje relacionados y que éstos interactúan entre sí con el ambiente de la persona afectada. Las investigaciones están en progresivo crecimiento en todo el mundo occidental, por lo que continuamente aparecen nuevos datos que arrojan luz sobre el trastorno limite de la personalidad.
En términos generales podemos comentar que en la persona que padece un trastorno limite de la personalidad, toda la convergencia de factores que desencadenaron el mismo, produjeron un su psiquis un impacto importante que impidió el normal desarrollo de su personalidad, han vivido situaciones de sobre exigencia psíquica extrema y no han sido cuidados ni apoyados en su niñez de una manera adecuada, en que hayan percibido una sensación de calida contención y por lo tanto aprendieron conductas internas y externas defensivas con el objeto de evitar el dolor, que se han establecido como patrones de respuesta permanente de forma emergente y con características de supervivencia.
Desde el punto de vista de los conceptos definidos en el documento Teoría de la personalidad podemos afirmar que el aspecto predominante de su carácter es intenso y repetitivo y que las situaciones triviales se convierten en hechos de características especiales. El desconocimiento consciente del origen de sus conflictos psíquicos lo mantiene vinculado a un campo o espectro psíquico sintomático que perturba su consciente y sus síntomas constituyen la expresión de aspectos internos inconscientes que buscan una respuesta, por no haberla tenido en otro momento de su vida, siendo también sus síntomas la reminiscencia de ciertas situaciones traumáticas que se asocian con percepciones de lo externo y que evocan vivencias relacionadas al trauma.
Cabe señalar que estudios recientes han identificado como algunos recuerdos asociados al miedo adquiridos en la infancia son suprimidos temporalmente durante la adolescencia, según señalan las conclusiones de un estudio llevado a cabo por un equipo de la Universidad de medicina de Cornell, en Nueva York que fue coordinado por Francis S. Lee.
Los científicos estudiaron las similitudes del circuito neural entre ratones y personas para probar en profundidad la conducta y los procesos moleculares unidos al aprendizaje emocional durante la adolescencia. Una serie de ensayos experimentales en ratones adolescentes revelaron que la adquisición, recuerdo y expresión de las memorias de miedo varía según la fase del desarrollo.
A medida que los ratones entraban en la adolescencia, se suprimían los recuerdos de miedo asociados al contexto que se habían formado con anterioridad. Los recuerdos, sin embargo, podían recuperarse mediante la exposición a un contexto análogo, una vez que los ratones llegaban a la vida adulta. Se entiende con los resultados de este estudio que al llegar la vida adulta, es probable que ciertas vivencias presentes, evoquen recuerdos traumáticos o sensaciones y estados emocionales asociados a situaciones vividas durante el evento traumático.
En términos generales en una persona con trastorno limite de la personalidad, muchos aspectos negativos de la funcionalidad de su personalidad, están constituidos por creencias irracionales inconscientes que la persona con la finalidad de protegerse, se vio obligada a descartar de su consciente y que son de calidad negativa, ya que provocan inestabilidad en el desenvolvimiento y en el equilibrio de su personalidad y aparte accedieron a su psiquis a través de vivencias de calidad negativa que afectaron su persona con un sufrimiento que fue necesario olvidar por la intensidad del daño percibido.
Por lo tanto en lo inconscientes parecen coexistir, contenidos de calidad diversa y esta es la razón por la cual se presenta la hipótesis de estratificación de los contenidos inconscientes en función de espectros o campos diferenciados por la calidad de contenidos y que fue enunciada en el documento el Inconsciente I.
De acuerdo a este punto de vista consideramos que los contenidos del inconsciente personal están íntimamente relacionados, al igual que los contenidos conscientes, con la calidad del clima interno de la persona. En síntesis, en función de la calidad de los pensamientos, emociones y sentimientos que la persona posea o haya sido coaccionada a tener por un evento traumático o por un conjunto de causas diverso, como en el caso del trastorno limite de la personalidad, su psiquis inconsciente se vincularía a estratos o campos psíquicos afines a esa calidad que afectan la vinculación ego superior / ego consciente.
Partiendo del ejemplo de los Naskapi en que de su inconsciente provienen contenidos que facilitan su adaptación y en contraste con el ejemplo del trastorno limite de la personalidad, en que la persona se ve frente a la presión de contenidos inconscientes que alteran su estabilidad, podemos hallar una minúscula evidencia para establecer la hipótesis presentada en el documento el inconsciente I y en función de los siguientes:
- Si existen contenidos inconscientes que ayudan a la persona.
- Si existen contenidos inconscientes que alteran la funcionalidad de la personalidad.
- Si existe un inconsciente colectivo.
Podemos hipotetizar que :
- Existe una espera psíquica que rodea a los seres humanos y que atrae contenidos afines a la calidad de los contenidos emitidos.
- Que estos contenidos se agrupan por afinidad de acuerdo a su calidad en campos o espectros de calidad similar o análoga.
- Que esa vinculación no percibida conscientemente alimenta e influye en la funcionalidad psíquica consciente.
- Que los trastornos como el caso del trastorno limite, poseen un campo o espectro sintomático conformado por contenidos de calidad negativa que afectan la funcionalidad de la personalidad y que su desacople por parte de la persona afectada, depende del resultado de la asistencia psiquiatrita y psicoterapéutica, pero que mediante la estimulación a que la persona modifique su clima interno, con herramientas como la meditación por ejemplo, facilitaría la atenuación de sus síntomas, debido a que la vinculación mental consciente con contenidos positivos complementaria el resultado de las terapias, por el debilitamiento de la influencia sintomática inconsciente en función de lo analizado.
- Que los contenidos individuales que se hacen compartidos por muchos seres humanos conforman como resultado los contenidos colectivos o que influyen a los seres humanos como humanidad.
En la próxima entrada veremos algunos casos reales que ayudan a entender mejor los conceptos de este documento.
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