La paradoja de Moravec: «lo obvio para las personas es complejo para las máquinas»

La paradoja de Moravec enuncia algo que para muchos es desconocido: «lo obvio para las personas, es complejo para las máquinas», de igual forma podríamos hacer esta misma afirmación a la inversa. Hans Moravec es un investigador en robótica en la Carnegie Mellon University que da nombre a esta paradoja.

La persona concretamente y la sociedad de forma general, no sabe valorar la dificultad de una serie de acciones que llevamos a cabo día a día y que hacemos con la mayor naturalidad. Nuestro sistema senso-motor es verdaderamente complejo y resuelve en cada instante cotidiano problemas sin esfuerzo alguno.

Inteligencia artificial

Imaginad que estáis programando con técnicas de inteligencia artificial un robot para que haga de camarero. La profesión de camarero no está muy bien valorada en términos de salario por hora trabajada, por lo que a priori eso debe indicar que es «simple» de hacer y por lo tanto de programar.

Nada más lejos de la realidad. Si queremos programar un camarero robótico, difícilmente podríamos llegar a un nivel de desarrollo suficiente como para colocarlo en el mercado. La cantidad de problemas que aparecen en cada paso que da es ignorada por la mayor parte de las personas. Es complejo codificar acciones tan simples como: «¿Me pone un café cortado?» El robot debería:

  • Entender la frase
  • Buscar café
  • Colocarlo en la máquina
  • Reconocer el botón de preparar café
  • Buscar la taza
  • Pulsar el botón
  • Etc.

Todo eso sin contar la cantidad de sucesos que pueden cortar la ejecución «normal»: algo en el suelo, otro camarero, una nueva petición, etc. Si además de todo esto, queremos optimizar la cosa se complica todavía más. ¿Cómo hacemos para que sea eficiente y ponga dos cafés de forma simultánea si el segundo se lo piden cuando ya ha empezado a preparar el primero? Imaginad sólo por un momento la complejidad de primero formalizar y luego programar todo esto en una plataforma como un robot.

Sin embargo tenemos el otro lado de la moneda. Hay puestos de muy alto nivel retributivo, por ejemplo, analistas de riesgos, gestores de fondos o directivos; cuyos trabajos se basan en métodos siempre más formales y más fácilmente programables en función a los paradigmas que hoy conocemos los que nos dedicamos al mundo del software.

Imaginad el proceso en este caso, todo mucho más formal y todo más fácil de programar:

  • Recopilación de datos (la mayoría ya informatizados)
  • Análisis en función a unos parámetros
  • Salida de resultados: decisiones, informes

Y es que, sin lugar a dudas, no somos conscientes de lo potente que puede llegar a ser el ser humano en el desempeño de multitud de tareas que hacemos de forma inconsciente.

¿Cuál es el futuro? Probablemente con el tiempo, los trabajos fácilmente imitables por máquinas terminen desapareciendo paulatinamente de la misma forma que muchos puestos de las cadenas de montaje desparecieron con la introducción de máquinas en las mismas, pero tardaremos mucho en ver a máquinas automáticas haciendo labores como la de camarero, limpiador, jardinero o albañil.

6 comentarios en “La paradoja de Moravec: «lo obvio para las personas es complejo para las máquinas»”

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    1. @Daniel: la verdad es que no me gusta decir imposible, pero según está ahora mismo el estado de la tecnología, lo veo imposible.

      ¿Os imagináis una máquina con la creatividad y la capacidad de usar palabras polisémicas que tiene José Mota? Queda mucho para eso…

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  3. Interesante… Pero me falta el «factor humano», es decir, no sólo analizar un trabajo por la complejidad o la dificultad , sino también por la parte relacional , por las motivaciones, las creencias, interpretaciones y las emociones ¿no crees?
    Al fin y al cabo, aunque a veces sería mejor parecernos algo más a las máquinas, somos personitas (y yo me alegro de eso)
    Un saludo.

    1. @Javier IXEM: Desde luego que sí, lo que quiero decir con ésto es que poco a poco los trabajos continuarán la senda de automatización que comenzaron con la revolución industrial.

      Muchos creen que los primeros que pasarán a ser realizados por máquinas u ordenadores serán los más «fáciles», pero nada más lejos de la realidad.

      Los primeros en pasar a este nuevo estado serán los ejercidos por personas de mucha cualificación, pero que sin embargo, usan datos muy formalizados y fáciles de tratar por las computadoras.

      En el otro extremo, trabajos «simples» pero que requieren de miles de interacciones muy complejas de implementar en una máquina, como el de camarero, albañil o jardinero (entre otros muchos).

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